domingo, 29 de julio de 2007

JUEGO SUCIO - Cap. 5

Christine se incorporó a medias del sofá, abriendo los ojos y poniendo una cara de asombro que la hacía más bonita todavía.
- Te debo confesar - siguió Ahmed con voz grave - que la vida me llevó por muchos caminos y he llegado a ser un asesino profesional.
Esperó la reacción de Christine, que quedó como paralizada y al ver que no decía nada, prosiguió:
- Durante varios días estuve siguiendo a Logan, y a través de éso te conocí. Yo estudiaba el momento óptimo para realizar mi trabajo, y había elegido esta noche para llevarlo a cabo. Pero apareciste tú, y sucedió lo que ya conoces.
- Quiere decir que si yo no lo mataba, lo hubieras matado tú ? – preguntó Christine saliendo de su mutismo.
- Exactamente – contestó Ahmed mirándola fijamente a los ojos.
- Que lástima – dijo Christine con una sonrisa y bajando la vista - me hubieras ahorrado el trabajo.
- Tanto deseo de matarlo tenías – inquirió Ahmed.
- No te imaginas. Tanto como el deseo de matar al hijo de puta de mi padre.
- Casi somos colegas, ambos asesinos - dijo con sorna Ahmed - salvo que yo lo hago por dinero.
- Yo también – replicó Christine riéndose – recuerda que si mato a mi padre adoptivo, me quedo con los diez millones de dólares… hasta creo que mis honorarios son superiores a los tuyos.
La visión de una Christine sonriente y hablando con tono tan sarcástico dió cierta tranquilidad a Rachid. Pensaba que cuando conociese su actividad, tendría un rechazo hacia él, sin embargo parecía no asombrarse. Extraña conducta.
- Bueno – dijo Ahmed, como para eludir el tema – ahora tenemos que pensar como salir indemnes de todo ésto. Supongo que tienes que regresar a tu casa, como si nada hubese pasado.
- Regresar ? Ni loca - dijo Christine en forma terminante – Además, recuerda que salí de mi casa diciendo que me iba de viaje a Colombia por una semana, asi que tengo tiempo suficiente para pensar.
- Y tienes donde ir ? – preguntó Ahmed.
- No. - contestó Christine - tendría que buscar alguna amiga, que no tengo, porque además estoy seriamente comprometida. No sé… me iría a un hotel.
- Sola ? Y en esta situación ? – preguntó Ahmed.
- Y que quieres que haga ? – dijo Christine.
- Tengo rondando en mi cabeza algunos planes que debemos conversar. Mientras tanto.... si quieres quedarte aquí ? – ofreció Ahmed.
- Si no te comprometo – aceptó implícitamente Christine iluminándosele su mirada.
- Para nada - dijo Ahmed - soy un hombre sin compromisos.
- Qué vida extraña la tuya…!!! – comentó Christine con un dejo de tristeza.
- No es de las más comunes…desde chico anduve rodando por el mundo. Marrakech… Rabat …Casablanca… París… Madrid … Nueva York… un nómade.
- Y qué hacías en cada lugar - inquirió Christine encandilada con la personalidad de Ahmed.
- Si quieres que te cuente mi historia tenemos para largo rato – dijo.
- Cuéntame - le pidió la joven apoyando su cabeza sobre uno de sus brazos.
Ahmed se levantó de su sillón, se sirvió otro Bourbon doble y regresó a sentarse.
- Siéntate aquí – le pidió Christine haciendo un lugar en el sofá donde estaba recostada.
Ahmed sonrió con ternura y fue a sentarse a su lado.
- Nací en Marrakech y de pequeño vivía allí. Marrakech... la ciudad más típica marroquí, y me ganaba la vida haciendo de guia turístico improvisado, acompañando a los turistas a conocer la ciudad.
Me ofrecía a ellos por unos pocos dirhams. Los llevaba a ver la Koutubia, la plaza Jemaa, el Hotel Maumonia, el mercado de camellos…. aquí se volvían locos… arreglaba con los dueños de los camellos para pasear a los turistas montados en ellos, cobraba a los turistas por sacarse una foto con los encantadores de serpientes, con el vendeur d’eau, vendedor de agua que viste un traje típico y lleva una odre con agua helada. Es un personaje curioso. Llevaba a los turistas al Gran Bazaar, donde compraban cosas y los dueños de los negocios me daban la comisión. Es decir, sacaba dinero de donde podía…


- Qué hermosura… me encantan los países exóticos - comentó Christine
- Cuando terminé el colegio me fui a estudiar a Rabat, viviendo en cualquier parte, pero debiendo trabajar, era poco lo que estudiaba. Allí me enteré que una horda de salvajes mató a mis padres. Quedé prácticamente solo en el mundo. Mi problema siempre era la falta de dinero…así me fui vinculando con gente de malvivir. Entonces me fui a Madrid, y luego a Paris, donde había mejores posibilidades porque había más dinero.
- Robabas ? - preguntó la joven.
- Si.
- Mataste ? - preguntó nuevamente abriendo los ojos.
- Si. - contestó quedamente Ahmed.
- Cómo puede ser que seas un asesino y me estés ayudando con tanta bondad ?
- Ja ja ja….- rió de buena gana Ahmed - No creas que ando matando a quien se cruce en mi camino. Lo he hecho profesionalmente, y te digo que ya estoy bastante cansado de mi actividad. He pensado varias veces de retirarme y disfrutar del dinero que he ahorrado y que tengo a buen recaudo.
- De veras tienes pensado no matar más ? - preguntó Christine con un aire de ingenuidad.
- De veras…- contestó Ahmed y prosiguió - y tú tienes pensado dejar la droga ?
A Christine se le llenaron los ojos de lágrimas y asintió con su cabeza.
- Mira Ahmed, no creas que no tengo conciencia de lo que hice - dijo seriamente - pero ese hijo de puta de Robert me llevó a esto y lo que hice fue para salir de este pantano. No sé todavía como haré para salir, porque no sé adónde recurrir para que me ayuden. Quiero salir de la droga, quiero salir de la organización, quiero irme de la casa de mi padre adoptivo y vivir sola, aunque sé que me va a perseguir implacablemente.
- No quieres que te ayude un asesino ? - se ofreció Ahmed.
Christine se largó a llorar, se incorporó y se aferró al cuello de Ahmed, hundiendo su cara en el cuello de su amigo.
- Bueno… no es para que te pongas asi - decía Ahmed tratando de consolarla - te ofrezco sinceramente mi ayuda.
Christine solo lloraba sin articular palabra. Ahmed la abrazó conmovido y le dijo al oído:
- Si confías en mí, saldremos los dos de todo esto. He estado en situaciones peores que ésta y sé cómo proceder, pero te pido mucha fortaleza. Tienes que ayudarme, sólo lo lograremos con tu colaboración.
Christine asintió con su cabeza sin mirarlo y comenzó a besarlo. Ahmed acarició su cabeza tratando de calmarla, pero ella siguió besándolo buscando sus labios. Lo apretó contra ella y lo besó con su boca entreabierta. Ahmed se quedó perplejo inicialmente, pero luego no pudo contenerse y retribuyó el beso de la joven.

Quedaron abrazados y en silencio, sin que ella se desprendiera durante unos minutos. Christine dejó de llorar y le dijo:
- Quiero que me ayudes. Quiero terminar con todo lo que me ha pasado en mi vida y empezar de nuevo. Ya me he desligado de Robert, pero también quiero desligarme de Cummings.
- Vamos a tener que pensar cómo - dijo pensativo Ahmed, incorporándose y yendo a buscar su Bourbon..
Christine lo miraba esperando decisiones.
- Que te parece si descansas un poco ? – sugirió Ahmed – ha sido una noche cargada de problemas. Mañana tendremos la mente más fresca y pensaremos mejor.
- Lo que digas – dijo obediente la joven.
- Tú dormirás en mi cama - dijo Ahmed – yo descansaré en el sofá.
- No quiero quedarme sola - protestó Christine.
- No compliquemos más las cosas - dijo Ahmed - hazme caso.
- Bueno - aceptó Christine - yo me acuesto en la cama, pero acompáñame hasta que me duerma. - De acuerdo…. vamos, acuéstate que ya voy.
Christine se dirigió hacia el dormitorio, dejando la puerta abierta. Ahmed esperó unos segundos. Sin querer, cuando se quitó la bata y quedó totalmente desnuda, vió reflejado su cuerpo en el espejo del dormitorio. Era una belleza, realmente perfecto. se colocó una pequeñísima camisola corta con breteles que traía, se acostó con movimientos felinos y se tapó con la sábana.
- Puedes venir - llamó.
Ahmed se sirvió otro poco de Bourbon y entró en la habitación. Vió a la hermosa joven acostada, apenas tapada por la sábana, con su cabellera revuelta desplegada sobre la almohada. Lo esperaba con una leve sonrisa. Se sentó a su lado, palmeándola en el hombro y le dijo:
- Duerme, que nos esperan horas movidas.
Christine le pidió que no dejara de tocarla, entornó los párpados y comenzó a respirar pausadamente. Ahmed la miraba recorriendo con sus ojos las facciones hermosas de la joven. Trataba de no moverse para no producir ruido alguno. Al cabo de unos minutos consideró que estaba dormida, retiró su mano del hombro y se incorporó. Christine abrió los ojos.
- No estoy dormida todavía – dijo con voz infantil.
Ahmed se sentó nuevamente y comenzó a acariciarla suavemente.
- Ahora creo que me dormiré - dijo Christine - pero antes…
Se sentó en la cama, la sábana cayó dejando sus pechos al descubierto, abrazó a Ahmed y le dió un apasionado beso en la boca.
- Hasta mañana - dijo y volvió a acostarse sin taparse.


Él se quedó perplejo. Retribuyó el beso y se quedó un rato más mirando sus turgentes pechos a la vista; cuando la vió dormida, se levantó y se fue al living, con la intención de tratar de dormir en el sofá. Se dió cuenta que había olvidado su pijama en el dormitorio, pero no quiso ir a buscarlo por temor a despertarla. Se quitó la camisa, el pantalón, se acostó, apagó la luz y trató de conciliar el sueño. Pasó casi una hora, durante la cual no dejó de pensar las posibles soluciones a los problemas surgidos esa noche y al final se quedó dormido.
(continuará)

14 comentarios:

Etèria dijo...

Me gusta, me gusta, me gusta... Cada vez un poquito mas despistada con tus juegos pero me encanta las vueltas que eres capaz de darle a todas las situaciones.

Besos

NancyQ dijo...

Veo que me he perdido de mucho!
Tengo que leerte con tiempo y dedicacion, muchas gracias por tan bello comentario en mi sitio, y gracias por compartir estas historias!
Tengo tarea!
Un abrazo ;-)

Sherezade dijo...

Hugo pareces sherezade (no yo sino la de Las Mil y Una Noches..)en masculino...
Con la intriga de querer saber que pasa día a día, esperando con tremenda paciencia impaciente la continuación...
Continuará..

MAYA dijo...

Hugo: Esto cada semana se pone mejor. Que te digo. Bueno, la paciencia no es muy habitual en mi cuando tengo que esperar UNA SEMANAAAAAAAAAAAAAAAAA par seguir con la trama. Pero bueno...escritor trabajando y eso se respeta. ¿Si hubiera entrado a buscar su piyama la hubiera encontrado despierta? Que hombre tan enigmático Rachid...

Voy por una cerveza helada para esperar el capítulo 6. Buena semana.

Un abrazo,

Maya

P.D. Y tienes razón es árabe.

AnaR dijo...

Esto comienza a ponerse romántico , apasionado , apasionante...

Abrazos

SUAVE CARICIA dijo...

hace tiempo que no venia, pero lo hago y me sorprendes, genial tu escrito voy a leer los capitulos atrasados. y volvere por la continuacion
dejo saves caricias

Lorena dijo...

mmmm todavia no me convence eso de que haya caido de esa manera con la chica... un profesional es un profesional!! jeje
saludos!

Elena dijo...

Hola Hugo, muchas gracias por visitar mi blog.
Me encanta la narrativa que tienes, me tiene atrapada esta novela y no puedo esperar a leer el capitulo siguiente.
Abracitos...

Inma dijo...

Me encanta tu blog. Soy nueva aquí.
Besos muy fashion & hot!!

Hugo dijo...

Elena: fui a visitarte, pero no veo tu blog y la otra Elena eres la misma ? porque fui a verte y no me admite...jaja
De todas maneras, gracias por visitarme y espero que les guste mi novelita

Luli dijo...

Se llegan a hacer cosas hermosas a fuerza de paciencia y de larga energía.

Un ensayo maravilloso, para releer !

Mi abrazo

Anónimo dijo...

Cheeee Huguillo queridillo, no sabía que escribias asi!!!
ME dejas con toda la intriga junta para el próximo capítulo.. por cierto, ¿Cuándo tienes pensado publicarlo? :)

Besos!

Luciernaga_Fairy dijo...

uff...me estoy poniendo al dia...bastante interesante...mmm
que mas pasara...voy por el cap 6!!!
SALUDOS...

Cintia Chantada dijo...

realmente muy interesante... me gusto mucho felicidades! exitos