domingo, 11 de febrero de 2007

CRIMEN DE OCASION - CAP. 12

Santrock ya había iniciado desde Nueva York los contactos para encontrar los datos que buscaba. Ni bien descendió del avión que lo condujo a Tampa, se dirigió a una humilde escuela suburbana. Eran las diez en punto, cuando el taxi paró en la puerta de la misma. Santrock descendió del auto, entró en la escuela y se encaminó hacia un puerta que tenía un cartel que decía "Secretaría". Abrió la puerta y asomando su cabeza vió una señorita que estaba tras un escritorio.
- Buenos días, señorita - saludó el detective a la agraciada joven - Tengo una cita con la Directora para las 10.
- Sí señor, tome asiento. - contestó cortésmente la joven.
Santrock obedeció y fiel a su costumbre de observar, su vista recorrió las dependencias que lo rodeaban. La escuelita le recordaba la suya, la de su lejana infancia en Denver, ubicada en un barrio humilde donde vivía su familia. Allí donde su padre trabajaba de albañil y su madre hacía las tareas de la casa y algunos trabajos de costura para ayudar al mantenimiento del hogar. No era fácil educar a sus cuatro hijos.
- Pase, por favor – dijo la secretaria, conduciéndolo a la Dirección.
- Buenos días, Detective Santrock - dijo estrechando la mano de la Directora.
- Buenos días - contestó la señora cortésmente - En qué puedo servirle ?
- Ayer telefonée desde Nueva York, porque estoy buscando algún viejo registro en el cual figure como alumno un tal Ron Matthews. En Supervisión de Escuelas me dijeron que había cursado estudios aquí - explicó Santrock.
- Podemos consultar los registros - dijo la Directora solicitamente – Tiene idea en qué período habrá sido ?
- Pienso que esta persona, de acuerdo a su edad, ha de haber cursado la escuela primaria, en la década del sesenta aproximadamente - precisó Santrock.
- Bien - asintió la Directora – pidiendo por el intercomunicador los registros.
- Desde ya le agradezco su gentileza - dijo Santrock para romper el silencio – Estamos abocados al esclarecimiento de un asesinato.
Luego de un corto silencio, entró la secretaria, con varias carpetas, que estaban cubiertas de polvo y dejaban ver por sus costados papeles con bordes amarillentos, producto de los años.
- Señor Santrock, yo se los facilito. Busque usted todo lo que le interese. Si quiere puede hacerlo en aquel escritorio - dijo, señalándolo.
- Me parece excelente y se lo agradezco - contestó Santrock.
Santrock se ubicó frente al escritorio y comenzó a abrir las carpetas, leyendo pacientemente los registros de diferentes años y cursos. Casi una hora después, en la nómina de alumnos de primer grado de 1962, encontró el nombre de Ron Matthews y oh ! sorpresa..., o no tanta… leyendo toda la lista, tropezó con Stuart Johnson. Con una sonrisa de satisfacción por haber confirmado sus presunciones, siguió revisando los registros de años posteriores, repitiéndose desde el año 1961 al año 1967, ambos nombres en grados sucesivos. Santrock sacó una pequeña cámara fotográfica de su attaché y fotografió todas las hojas.
- Señorita... ya he terminado con mi tarea - avisó - Aquí le dejo todo el material que me prestó.
- De acuerdo, cualquier otra cosa que necesite...- ofreció.
- Le agradezco, pero por ahora ésto me ha sido más que suficiente - dijo Santrock visiblemente satisfecho - Buenos días.
Salió a la calle, caminó cuatro cuadras hasta la avenida más próxima y tomó un taxi a quien indicó que lo llevara al Aeropuerto. Esperaba que la suerte lo acompañara y pudiera tomar un vuelo a Miami sin esperar demasiado.
Arribado al Aeropuerto, se dirigió al stand de informaciones. Una señorita con un elegante uniforme, masticando chiclets incesantemente, estaba de pie detrás de un mostrador frente a una computadora y a ella se dirigió:
- Por favor, me puede informar a qué hora sale el primer avión a Miami ? - preguntó Santrock.
- Dentro de cuatro horas - informó la joven, quien al ver la cara de contrariedad de Santrock aconsejó – Por que no consulta en Florida Flights ?
- Qué es eso ? – preguntó el detective.
- Es un servicio de taxi aéreo. Tiene su stand a 50 metros de aquí.
- Gracias… muy amable - dijo Santrock y siguió las indicaciones de la joven.
Una vez en el stand de Florida Flights le informaron que salía un vuelo dentro de treinta minutos, compartido con otros tres pasajeros. Claro que también se compartían los gastos. Santrock aceptó y se felicitaba de tener buena suerte ese día. La empleada le requirió algunos datos, su tarjeta de crédito y le informó:
- Preséntese usted directamente en la puerta 12, donde un señor de uniforme azul de la Florida Flights lo estará esperando. Entréguele esta tarjeta para identificarse. Buen viaje.
Media hora después, ya decolaba el avión rumbo a Miami. El vuelo de fué una delicia. Las excelentes máquinas de Florida Flights y el buen tiempo reinante hicieron que el viaje fuera totalmente placentero. El aparato era de seis plazas y tal como le habían anticipado viajaban tres pasajeros más, que se concentraron en una conversación de negocios entre ellos.
- Mejor - pensó Santrock que no tenía interés en mantener conversaciones circunstanciales estúpidas – Aprovecharé para ordenar mis pensamientos y planificar las acciones.
Ya no era una casualidad que Ron Matthews y Stuart Johnson fueran ambos nacidos y criados en Tampa. Evidentemente se conocían de la infancia. Pero, qué relación podían tener en el caso ? Si estos elementos tenían la relación que Santrock sospechaba, era de trascendental importancia su urgente presencia en Miami; hasta tenía un cierto temor de llegar un poco tarde. Cuando Wendell se enterara, se llevaría tamaña sorpresa, porque nunca algo asi hubiera podido pasar por la cabeza ! … En otro orden de cosas, debía encontrar el domicilio de Ron Matthews en Miami y conversar con algún familiar de él. Podían surgir datos trascendentes de esta visita.
El avión tuvo un aterrizaje tan perfecto como todo el vuelo y Santrock fué conducido hasta la puerta de salida por una atenta empleada de Florida Flights, que a su requerimiento llamó un taxi. Santrock le dió la dirección que había obtenido del documento de Matthews. El automóvil tomó por Lejeune Road y poco después de pasar el ángulo sur del Aeropuerto Internacional dobló por la 836, hacia el oeste, alejándose del centro. Cruzó el Palmetto Expressway y prosiguió hacia el oeste. Como Santrock no conocía bien la zona, prestó suma atención por donde iba. Antes de la Turnpike, dobló por la 107 Ave., entrando en una zona con algunas casas de comercio que vendían herramientas para talleres y fábricas de muebles, alternando con terrenos baldíos y casas de tipo económico. A poco de tomar la 107 Ave. doblaron a la derecha, entrando en un barrio de gente de evidentes escasos recursos, a juzgar por las viviendas y por el aspecto de los niños que jugaban en la calle. Por fin, el automóvil se detuvo frente a una humilde casita con paredes de madera imbricada. Bajó del auto y buscó infructuosamente un timbre. Golpeó fuertemente sus manos y a poco de hacerlo se asomó a la puerta una muchacha de unos dieciséis años, con una criatura de alrededor de dos años en brazos. La vestimenta de la joven era muy humilde, pero estaba limpia.
- Buenas tardes - saludó Santrock, preguntando a continuación - Vive acá el Sr. Ron Matthews.
- Sí - afirmó la joven, con un aire de desconfianza, sin franquear el paso.
- Se encuentra él ? - preguntó el detective a sabiendas de la respuesta.
- No - fué la lógica contestación de la joven.
- A qué hora podría encontrarlo ? - inquirió Santrock.
- No... él no está en Miami - fué la dubitativa respuesta.
- Podría hablar con la señora, entonces ? - insistió el detective.
- Tampoco está. - contestó la joven, añadiendo - se fué a Nueva York.
Los ojos de la joven mostraban una expresión triste y en un momento se cargaron con lágrimas. A Santrock no se le escapó el detalle y decidió profundizar el interrogatorio:
- Tú eres su hija mayor ? - preguntó Santrock.
La joven movió su cabeza en un gesto afirmativo.
- Cuál es tu nombre ? - inquirió el detective.
- Marion - contestó la chica.
Santrock decidió prescindir de rodeos e ir directamente al grano:
- Mira Marion, sé que tu padre se encuentra en problemas y necesito alguna información que posiblemente tú conozcas - el tono de su voz era grave y pausado, tratando de infundir confianza - Si tu madre viajó a Nueva York, es probable que también los tenga. Dime cual es el motivo de su viaje ? - terminó preguntando.
Marion comenzó a llorar silenciosamente y por fin se decidió a hblar.
- Mire señor, mi padre viajó hace unos cuantos días a Nueva York, por no sé qué trabajo, pero ya tendría que haber estado de vuelta. Al no tener noticias suyas y pensando que le podría haber pasado algo, mi madre fué a buscarlo, pero no sólo no ha regresado, sino que tampoco tengo noticias de ella.
- No sabes cuál era el trabajo de tu padre ?
- No. Sólo sé que mamá no quería que vaya. Le decía que no acepte, que lo iban a estafar, que era peligroso, pero papá no escuchaba razones. Usted sabe... la necesidad de dinero !. Nosotros somos muy pobres, somos cuatro hermanos y mi madre es bastante enferma. Papá no consigue fácilmente trabajo y cuando consigue, no le pagan - dijo Marion.
- No sabes quién le ofreció el trabajo en Miami ? - preguntó Santrock, a pesar que ya intuía la respuesta.
- Una persona que era un amigo de la infancia, creo que un viejo compañero de escuela, pero no sé el nombre.
El detective ya sabía el nombre. Hasta podía vincular el escándalo callejero que le habían hecho a Stuart, con la presencia de la esposa de Matthews en New York. Tenía temor que todo ésto pudiera terminar mal... pero muy mal. Santrock se dió cuenta que era necesario actuar de inmediato.
- No sabes dónde puedo encontrar a tu mamá en Nueva York ? – preguntó.
- No...no lo sé - respondió preocupada la chica, al ver el gesto del detective.
- Dame el nombre completo de ella y si tienes alguna fotografía también - ordenó Santrock, y ante la cara de desconfianza de la joven, añadió: - Soy detective privado y estoy tras los pasos de la persona que contrató a tu padre. Tu madre puede estar en peligro y si actúo a tiempo puedo evitarle riesgos.
Lo expresado terminó de convencer a la chica, quien se decidió a colaborar.
- Espere un momento - dijo - enseguida le traeré una foto de ella de hace poco tiempo y veré si dejó algún documento.
Acompañando la acción a la palabra, se dirigió hacia una habitación contigua y regresó en un par de minutos.
- Tome, ésta es la foto de mi mamá y éste es un carnet del Hospital, donde figuran sus datos - dijo la joven, entregándole los elementos enunciados.
- Ajá...- murmuró Santrock, mientras leía los datos del carnet y miraba la fotografía - Voy a tomar nota de todos los datos de tu mamá que están en el carnet, así te lo devuelvo. La fotografía me la puedo llevar ? - preguntó.
La chica hizo un movimiento de hombros hacia arriba y movió la cabeza afirmativamente. Santrock sacó nuevamente de su ataché el cuaderno y en una hoja anotó:
Helen Matthews - nacida el 14-05-1955 en MIAMI
Documento nº 12.146.178
Cuando terminó de hacer las anotaciones, guardó todo y se puso de pie.
- Me voy ya mismo para comunicar los datos de tu madre a mi ayudante. La localizaremos y trataremos de ayudarla - dijo Santrock.
- Le agradezco todo lo que pueda hacer, porque estoy desesperada y no tengo a quien recurrir - agradeció Marion y le preguntó - Me puede decir su nombre ?
- Aquí tienes mi teléfono - contestó Santrock, dándole su tarjeta - Llámame pasado mañana, que seguramente ya tendré noticias que darte sobre tu mamá.
Marion se había contenido todo lo posible hasta ese momento, pero no pudo más y estalló en llanto, abrazándose a Santrock. El detective, todo un duro, no estaba acostumbrado a bancar este tipo de reacciones, pero instintivamente y tiernamente le acarició la cabeza, le dió un beso en la mejilla y esperó un momento. Cuando Marion se soltó, le sonrió, le palmeó la cara, caminó hacia la puerta y salió sin darse vuelta.
(continuará)

11 comentarios:

Etèria dijo...

Ya tardas en públicar el nº 13... Jajaja.

Fantastico.

Verena Sánchez Doering dijo...

TIENES UN FANS CLUB POR TUS CAPITULOS Y TE FELICITO
CADA VEZ QUE LLEGO ACA YA ESTAN ESPERANDO EL PROXIMO CAPITULO
EL TIEMPO PASA RAPIDO, NO DEJES PASAR LA OPORTUNIDAD DE EDITAR LO QUE HACES
GRACIAS POR TUS SALUDOS EN LAGRIMAS, QUE TENGAS UNA LINDA SEMANA
BESITOS



BESOS Y SUEÑOS

Unknown dijo...

Definitivamente, como bien lo dije hace unos días, esto es adictivo!!!!!!!!

Un abrazo

electrah dijo...

gracias por pasar Hugo,luego leo el 12 con mas tiempo

Amorexia. dijo...

Lo imprimiré feliz entoncesªªª Mis ojos y los de mi madre y mi esposa te lo agradecenªªª
Jejeje. y sigue muy bien el asunto. Cada vez me intereza mas, ojala la publicaras de un solo para devorarla en una nocheª

Warren/Literófilo dijo...

Mae me gusta mucha como se va desarrolando el trama, como todo empieza a encajar, la verdad, y no, no es autobiográfico, bueno si jajajaja

Anónimo dijo...

Cada vez más interesante.
Saludos.

electrah dijo...

me han hackeado maaaal ,Hugo, me han hackeado de arriba a abajooo!!!!!aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!

LaLy dijo...

Te felicito! Excelentes letras..
Creas adicción

Un saludo desde Argentina

El detective amaestrado dijo...

Repito, cuidado con los detectives...

Trini Reina dijo...

Como en los capitulos anteriores, genial.

Saludos