- Hola, Doctor González ?... Habla Carmen Fernández. Por favor…!!! Venga urgente que mi marido está muy mal… está sin conocimiento y no puedo hacerlo reaccionar…!!! - llamó desesperadamente la mujer.
- Ya voy para allá – dijo el médico y cortó.
Mientras conducía su automóvil, el Dr. González, reconocido cardiólogo de la ciudad, recordaba que su paciente había sufrido su tercer infarto hace apenas una semana. Luego de hacerle un estudio radiológico de sus coronarias, le había propuesto un by pass, pero el paciente no había querido saber nada de operarse. Así es que se encontraba en su domicilio, medicado con bloqueantes adrenérgicos en un suero endovenoso. El doctor sabía que podía sufrir complicaciones y seguramente estaba cursando una de ellas.
Cuando llegó, la puerta de la casa se encontraba abierta. Como conocía la casa, subió al primer piso, donde se encontraba el dormitorio principal. Ingresó al mismo y vió a la mujer llorando, besando y abrazando a su marido inconsciente y a la enfermera a su lado.
Ni bien lo vió, Carmen le informó:
- Se quejó de un fuerte dolor en el pecho y casi inmediatamente perdió el conocimiento. Yo estaba a su lado, la enfermera se había retirado un momento a tomar un té; la llamé enseguida, pero ni ella ni yo pudimos hacer nada. Sólo atiné a llamarlo por teléfono.
El médico mientras escuchaba a Carmen, tomó su estetoscopio, auscultó al enfermo, pero al instante se dió cuenta que no había latidos… Estaba muerto…, y de acuerdo a lo relatado por su esposa, más el antecedente de su problema cardíaco, no cabía duda que había sufrido un infarto importante.
- No hay más nada que hacer - dijo el médico lacónicamente - está muerto. Ha tenido un infarto masivo, que no le dió chance de sobrevivir.
- Pobrecito – exclamó su mujer llorando – A pesar de todo el tratamiento… quizás si hubiera aceptado operarse…
- Le estaban dando los bloqueantes cardíacos ? - preguntó el Dr. González.
- Por supuesto. Yo misma me encargaba de verificar que la enfermera se los administrase, porque tenía miedo que se exceda en la dosis y usted me habia dicho que eran peligrosos porque podían llegar a producir arritmias y hasta un paro cardíaco.
- Es una lástima que no haya aceptado la cirugía – reflexikonó el médico – en estos casos, no solo es cuestión de tomar los medicamentos.
- Es verdad - reconoció María – Además… nunca se cuidó como debería haberlo hecho. Nunca dejó el cigarrillo, ni las comidas, vivió padeciendo el stress de su actividad comercial.
- En fin… es lamentable, pero es así - dijo el doctor, finalizando su tarea y retirándose.
- Doctor – dijo Carmen – el certificado de defunción lo expide usted ?
- Sí - respondió el médico – ya habiendo tenido de paciente a su marido, no hay problemas. No se preocupe. De la Empresa Funeraria se contactarán conmigo y yo lo haré; sólo tiene que darles a ellos el documento de su marido y ellos se encargan de todo.
- Gracias, doctor – agradeció Carmen.
Mientras sucedía todo esto, ya habían llegado a la casa algunos familiares y amigos, avisados de la tremenda noticia. Se acercaban a Carmen y la trataban de consolar, pero ella estaba inmersa en un mar de lágrimas.
Un hermano se encargó de ir a una empresa funeraria para organizar todo. Muchísima gente concurrió al velatorio, tenía muchos amigos, clientes, personal de su empresa.
Carmen pasó toda la noche junto a su marido en la capilla ardiente, llorando y callada. Prácticamente no quiso conversar con nadie. Se hallaba sumida en sus pensamientos, con la mirada como perdida. Hizo un balance de su vida y de todo lo sucedido en el último tiempo.
Hacía un año atrás que su marido había sufrido el primer infarto y a pesar de todas los consejos médicos, jamás se cuidó. Debía eliminar el stress, el sedentarismo, dejar de una vez ese cigarrillo maldito, hacer dieta, cuidar el colesterol…tantas cosas que su marido no cumplía. Le habían hecho un estudio que demostraba múltiples obstrucciones en las arterias que riegan al corazón…. y eso era grave. Según la opinión del médico, para una persona de su edad, 44 años, sus arterias era las de un anciano. Ya le habían dicho que era imprescindble una operación, pero él, tan terco y absoluto como siempre, se habia negado rotundamente. Nadie lo pudo convencer.
En realidad, luego de su primer infarto, nunca volvió a ser el mismo. Siempre tenía sus dolores en el pecho ane el menor esfuerzo, que él minimizaba, pero nunca llegó a sentirse totalmente bien. Ni siquiera podían hacer el amor, porque cuando llegaba el momento crucial, sentía una opresión en el pecho que lo inmovilizaba. Ni hablar de erotismo, ésa era una opción prohibida para ellos. Sólo conseguía algo cuando ella llevaba la iniciativa, pero eso no la satisfacía para nada y hace tiempo estaba cansada de éso. No era una vida sexual para una mujer de 40 años… Ella era una bella mujer, cuidaba su cuerpo con sesiones intensas de gimnasia, hacía dieta, era amante del buen sexo, ardiente, erótica. Justamente en el gimnasio había conocido a un hombre de su edad, divorciado, con el cual había comenzado a salir desde hacía tres meses.
Aprovechando su tiempo libre, abundante por lo ocupado que estaba siempre su marido, habían tenido varios encuentros y con él realmente podía sexualmente manifestarse tal como era. Era su desahogo.
A la mañana siguiente llegó el momento de dirigirse al cementerio. Previamente a la inhumación, se realizó una misa y un responso.
Luego…todo terminó. Mientras regresaba a su casa, su mente estaba ocupada por un solo pensamiento…: Cómo haría para hacer desaparecer la jeringa y las quince ampollas vacías del bloqueante cardíaco que aún tenía en su cartera.
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24 comentarios:
Vaya tipa...
y ahora nena....a disfrutar!!!!....(hasta que tu amante te inyecte veneno para ratas.....jajaja)
Besos Hugo.se te extrañaba
Hugo no se yo si me fiaria de ti. Jajaja... vaya mente tienes para crear "malos" de esos que aparentemente son del todo inocentes.
Un besote.
Realmente fue todo una ausencia de sexo?
O de una ambición económica tremenda?
A lo mejor se trataba de un ajuste de cuentas...
...o un crimen pasional
Tal vez se casó con un príncipe y cuando le echó el primer polvo se convirtió en rana y desde entonces se sintió engañada ;)
besos de desamor
por cierto, gracias por el comment, me sirvió para llegar hasta aquí... seguiré leyendo... hasta entonces, besos con intriga
Vamos... que se lo cargó... no, si nunca sabes y resulta que el asesino duerme contigo... que miedo. Muy creible.
Un beso Hugo
necrofilia?????Hugo.......sos mil veces mas perverso.....
besos
saludos :D
ohhhh!!!! que mas que decir...
mujer muy
caliente = malvada...ajajjaja!!!
sufro del corazon....no me gustaria morir asi...ajaja!!! pero si soy muy arriesgada!!!tengo sexo hasta que se me apague la tele...eso me gusta...
cuanta imaginacion...
me gusto..te estoy leyendo mas...
SALUDOS
tejiendo ...tejiendo
Ke historia!!! Lo ke hace la abstinencia!!!!! jeje!!!
Besotes!!!
la abstinencia es lo peor
en cualquier momento asesino a alguien
y no con un cocktail...jeje
Hugo que bueno...felicidades...me gustó montones, de verdad por cierto ya está el quinto capitulo, saludos, y me gustaría hacer un negocio bloguero con vos, literofiliacr@hotmail.com
gracias por tu visita....pero esta arañita desperto triste hoy!!
TEJIENDO......... TEJIENDO
hoy casime da un infarto....ire saltando por mis remediosss
(y no es chiste)
Uy Hugo ajaja yo que pensé que la pobre viudita iba a llorar desconsolada durante un tiempo y lo que maquinaba su malevola mente era seguro como llegar hasta el que realmente le estallaba en el corazón.
Besitos
Pd: Menuda mente tienes ;-)
Valiente bruja!
no se puede uno fiar ni de su sombra, jeje
Jaja me imagine el final, mas igual me gusto mucho! Siento que aquí escribes mas suelto y menos tenso que en la novela... pero te encanta crear asesinos. Bueno, una mujer bien hecha a los 40 y de dinero puede darse un lujo así.
Muy bueno.
Reiterada la invitación a amorexia.
Buena narrativa!!
me gusta esto! atrapador!
ay!Hugo...eso de mantener la línea...es cierto...aunque prefiero los blogs eróticos.Por ahora sólo los leo,pero ya le echaré mano al tema.
besos.gracias por seguir leyendo -todo un alma noble sos-
espero tu thriller.
mas besos
ya se quito la taquicardia....
tejiendo tejiendo
INTERESANTE BLOG
pronte te leerre....gracias por tus comentarios...
No creo que abstinencia sea buena en ningún aspecto.
Saludos.
Jajaja, me lo imagine desde un principio...
Good!!!
:D
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