jueves, 25 de enero de 2007

CRIMEN DE OCASION - CAP.5

Dos días después, Stuart y Wendell fueron citados por el Inspector Parnell. A la hora señalada, ambos ingresaron al hall de la División Homicidios. El oficial de Mesa de Entradas les dijo:
- Pasen a la oficina. El Inspector Parnell los espera.
Luego de saludarse brevemente, se sentaron en sendas sillas frente al Inspector.
- Tal como les había prometido - comenzó con voz pausada - aquí tengo el informe preliminar, que es bastante claro y no creo que más adelante haya modificaciones sustanciales. No lo voy a leer íntegramente, pues sería muy pesado repetir los formulismos y declaraciones palabra por palabra, pero les haré un resumen del caso y las conclusiones a las que hemos arribado, unidos los elementos de la investigación y los datos periciales.
- De acuerdo - aprobó Stuart.
- Quiero dejar aclarado - continuó gravemente el Inspector Parnell, sin haber escuchado a Stuart - que en el transcurso del informe se mencionarán detalles que pueden eventualmente molestar o herir a alguno de ustedes o a ambos.
Wendell permaneció en silencio, preguntándose qué cosas tan terribles podrían develarse, como para formular semejante advertencia. Tragó saliva y movió afirmativamente la cabeza. Luego de una breve pausa, como evaluando el impacto de sus palabras Parnell prosiguió:
- La Sra. Johnson murió a consecuencia de una herida de bala muy grave, ya que el informe del forense indica que la bala perforó el corazón, a nivel de su ventrículo izquierdo. El hombre, aún no identificado, falleció a consecuencia de un tremendo traumatismo de cráneo con fracturas múltiples de ambos huesos parietales, occipital y temporal izquierdo, con abundante pérdida de masa encefálica.
Creando adrede un clima de suspenso, Parnell hizo una pausa, que aprovechó para encender un cigarrillo. Stuart y Wendell permanecían en silencio, pálidos y con la garganta seca. No escapó a Wendell la actitud teatral del Inspector, que no le resultaba para nada simpático.
- Balística informó - continuó Parnell - que la bala alojada en el cuerpo de la Sra. Johnson, es de calibre 38 y fué disparada con el revólver que el hombre tenía en su mano derecha. Esto no ofrece dudas, pues las estrías que presenta la bala se corresponden con las del caño de la pistola. Por otra parte, Dactiloscopía informó que la pistola tenía claramente estampadas las huellas digitales del hombre. Las fracturas de cráneo que presentaba el desconocido, que fueron las causantes de su muerte, fueron producidas por repetidos golpes, aplicados con un elemento pesado y contundente. El médico forense informó la presencia de lesiones producidas por un elemento romo y otras por un elemento cortante, por lo cual hemos llegado a la conclusión que el objeto usado fué un voluminoso y pesado jarrón que se encontraba hecho pedazos, diseminados por la habitación. Muchos de estos trozos se encontraban manchados con sangre y también tenían adheridos cabellos del occiso. Lamentablemente no se pueden reconocer ningún tipo de huellas digitales en los restos del jarrón. El médico forense ha establecido que la muerte de ambos se produjo entre las dos y las tres de la mañana y además informó...- el Inspector detuvo su relato, tomó un sorbo de agua y se disculpó - perdonen la crudeza, pero debo decirlo - y retomando el hilo del relato dijo - ... además informó que la Sra. Johnson había tenido relaciones sexuales momentos antes de ser asesinada.
- No puede ser - balbuceó Stuart empalideciendo.
- Está usted seguro de lo que dice ? - preguntó Wendell entre sorprendido y ofendido.
- El médico forense así lo informa - aseveró el Inspector añadiendo - Se basa en el hallazgo de semen en la vagina de la Sra. Johnson. Además el laboratorio precisa con cierto margen la hora de la relación sexual, por la existencia de un alto porcentaje de espermatozoides vivos y con buena movilidad.
Stuart y Wendell ahora estaban totalmente confundidos. Les costaba hilvanar todos estos elementos, conformando algo que tuviera visos de coherencia.
- Entonces, Inspector - atinó a preguntar Wendell - De qué manera piensa usted que se pueden haber desarrollado los hechos ?
- Ya vamos a llegar a éso, Sr Bryant - dijo Parnell - antes tengo que mostrarles un par de cosas -y abriendo el segundo cajón de la derecha de su escritorio, sacó un sobre tamaño oficio de papel madera, lo abrió y puso sobre el escritorio una hoja de agenda con caracteres numéricos escritos a lápiz y dos llaves del tipo de las de cerraduras de seguridad.
- Les resulta familiar ésto ? - preguntó sobradoramente.
Wendell tomó el pequeño papel, que tenía escrito:
MARTES 11
326.991
582.449
Lo leyó inexpresivamente y miró al Inspector con cara de incomprensión.
- Las claves de la entrada al edificio y al departamento - exclamó Stuart, que había permanecido como distraído, y poniéndose de pié inquirió imperativamente - De dónde salió ésto ?
- Del bolsillo del hombre muerto - replicó secamente el Inspector y añadió - junto con las dos llaves que corresponden a las puertas del edificio y a la del departamento.
- Esto es absurdo - Stuart se había puesto rojo - No puede ser.
- Señor Johnson - dijo en tono calmo Parnell - Sepa aceptar las evidencias aunque sean dolorosas. Y de paso dígame si reconoce que éstas llaves, específicamente éstas, pertenecen a alguien autorizado a entrar en su casa.
- No - contestó Stuart, mirándolas detenidamente - Tienen el aspecto de estar recién hechas.
- Todas las cosas, por más inconcebibles que parezcan, tienen una explicación lógica - sentenció Parnell y agregó - Lo que pasa es que no siempre las conocemos.
- Comparto su opinión - coincidió Wendell suavizando el diálogo - Pero, por favor, como encajan todas estas cosas ?
- De acuerdo a los datos con que contamos, que a mi criterio son perfectamente suficientes, estimo que los hechos se desarrollaron de la siguiente forma: La Sra Johnson, se encontraba en su domicilio y en horas de la noche, un individuo desconocido, al menos para nosotros, penetra en su departamento. Para poder hacerlo, previamente obtiene copia de las llaves de la puerta de entrada al edificio y de la puerta del piso, además de las claves numéricas. No sabemos cómo ni de dónde las consigue, pero esa noche las tiene en su poder. El desconocido penetra en el departamento - continuó Parnell - con fines de robo y/o violación a la Sra Johnson.
Stuart se movió inquieto en su silla. Wendell seguía el relato con atención.
- Dentro del departamento, no puedo precisar en qué ambiente, se encuentra con la Sra Johnson, pero a punta de pistola la lleva hasta el dormitorio, donde la obliga a desnudarse (el cuerpo fué encontrado desnudo) y mantiene con ella relaciones sexuales. Luego de ello y siempre empuñando la pistola, el hombre se levanta y se dirige hacia la izquierda de la cama, donde está la puerta que comunica con el baño. En un momento de distracción, la Sra Johnson se abalanza sobre el hombre y se traban en lucha. Ella encuentra a su alcance el voluminoso jarrón chino. La Sra. Johnson aprovecha esta circunstancia, y tomando el jarrón lo descarga repetidas veces sobre la cabeza del hombre, rompiéndose el jarrón en sucesivos pedazos a medida que los golpes se suceden. El hombre sufre lesiones tremendas que luego le causarán la muerte. l hombre atina a disparar contra ella, hiriéndola de muerte - finaliza el Inspector armando el rompecabezas.
Stuart y Wendell permanecieron en silencio por un momento.
- Es posible que una mujer pueda levantar el jarrón y asestar golpes tan potentes, como para fracturar el cráneo ? - preguntó Wendell, no del todo convencido.
- Usted debe considerar tres factores: - planteó Parnell con suficiencia - la indignación de la mujer, producto de la violación sufrida, el instinto de supervivencia al sentirse amenazada de muerte y por otro lado, el excelente estado físico de la Sra Johnson, asidua concurrente al gimnasio de su edificio, donde practicaba aparatos y pesas.
- Es verdad - afirmó Stuart, coincidiendo con Parnell - últimamente tenía un estado atlético envidiable.
- Aún así me cuesta creerlo - dudó Wendell - No la veo a mi hermana en lucha de igual a igual con un hombre. Tampoco entiendo como el intruso pudo obtener las llaves y los códigos.
- No sería improbable que algún operario u otra persona que haya entrado en la portería las hubiera tomado para hacer un duplicado, ya que el portero las tenía - sugirió Stuart.
- No es fácil hacer rápidamente un duplicado de esas llaves - dudó nuevamente Wendell.
- En fin...- murmuró Parnell, con claros deseos de dar por terminada la explicación - Salvo que aparezcan otras evidencias, cosa que no creo, la realidad es que el caso es bastante claro y si bien no lo consideramos cerrado...
- No creo que pueda cerrarse ya - saltó Wendell - Falta la identificación del hombre.
- Pero ésto no aportaría nada trascendente - aseguró Stuart con aire resignado - Creo que lamentablemente debemos aceptar esta realidad - concluyó en clara alusión a la postura incrédula de Wendell.
- De todas maneras - contemporizó el Inspector - seguiremos la investigación, retiraremos el agente de consigna en el departamento, pero aún no levantaremos la clausura del mismo.

9 comentarios:

electrah dijo...

para mí que fue.........

electrah dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Amorexia. dijo...

Cuán interezante me resulta tu blog, y estos 5 capitulos que devoré sin detenerme, mas no opinaré nada hasta no haber terminado, sería un poco complicado dar una opinión a medias.
Saludos desde mi hora mas oscura, donde te espero para que me dejes alguna amorexia tuya.

Anónimo dijo...

♥ !

Warren/Literófilo dijo...

Mae que bárbara, y no es que dude de tu calidad literaria, pero esta novela es escrita por vos, quiero decir, los nombres allí descritos me parecen muy familiares de verdad, y que bueno que hayas decidido publicarla por acá, tenés en tus letras, algo estilo Alain Robbe-Grillet en las Gomas su famosa novela, o Chesterton en el Hombre que fue Jueves, saludos seguiré leyéndote.

Warren/Literófilo dijo...

bárbaro, quise decir, es que el post que estaba anterior me cruzó los cables*

Hugo dijo...

Literófilo: Los nombres elegidos, son al azar. Por ejemplo Wendell porque me gustaba un viejo actor Wendell Corey; Patty, porque me parecio simple y dulce; Stuart lo cambié dos veces, pero quise representar algo falso...(?) y el detective Santrock, nombre fuerte... robusto... enérgico, lo saque del apellido de una ex tenista norteamericana...

Anónimo dijo...

mhmhmhm...???
Feliz fin de semana.
Saludos.

Adrián Solís Rojas dijo...

¿Y qué pasa?

¿qué sigue?

¿...?

Gracias por la visita, también te seguiré leyendo.